Gabriela David





Gabriela David nació el 21 de Septiembre de 1960, en Mar del Plata, Argentina.

Ya a sus 11 años, en un set de filmación, corría tras los actores para alertarlos de la próxima toma, portando y haciendo la “pizarra” en una de las películas que dirigía su padre, Mario David.

Fue allí, de su mano, que ella comenzó a conocer el mágico mundo del cine, abrazó la pasión que su padre también tenía por aquel y con temprana determinación definió su vida. Se enamoró del cine, y para siempre.

Inspirada por su madre Renée hacia las artes plásticas, estudió y egresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Esos primeros conocimientos y sus delicados gustos en escultura, pintura  y dibujo, luego los volcaría en sus obras, dotándolas de la belleza narrativa y estética que las caracteriza.

Dirigió su pasión por el cine, comenzando a trabajar en 1978 en la industria  cinematográfica nacional, en la rama de dirección. Siendo asistente de dirección en varias películas, entre otras:
 (1978) "La Rabona", (1979) "Cantaniño", (1980) "El Bromista", (1985) "La Cruz Invertida", de Mario David; (1986) "A Dos Aguas", de Carlos Olguín; (1986) "Tango Bar", de Marcos Zurinaga; (1988/89) "Mar del Plata, Historia de una Ciudad", de Rodolfo Otero; (1989) "Los Caminos de la Memoria", de Marcelo Lezama; (1992) "Sin Opción", de Nestor Lescovich; (1995/96) "El dia que Maradona conoció a Gardel", de Rodolfo Pagliere.
Paralelamente, entre 1981 y 1984, trabajó en la Productora Catú de Cine Animado, como dibujante e ilustradora.
Desde 1982 a 1985, realizó 3 cortometrajes:
-       "Romance en la puerta oeste de la ciudad", basado en un cuento de Bernardo Kordon, ficción, 16 mm, 12 min./1982
-       "Para que todo cambie", documental, video, 45 min. / 1983
-       "Ensayo", ficción, 16 mm. / 1985

Esos primeros trabajos, evidenciaron su temprana determinación de transmitir historias que movilicen. Su rechazo a la indiferencia. Su mirada sensible y comprometida.
Leyó con avidez a los autores nacionales, los que como ella, preferían el medio tono, la acumulación de observaciones mínimas y reveladoras, al camino fácil del impacto.
En 1986 escribió el guión de su cortometraje “Tren Gaucho”, basado en el cuento homónimo del escritor Juan José Manauta.
En esa época conoció a Enrique Angeleri, quien colaboró estrechamente con ella en el proyecto, la producción y compaginación de dicho cortometraje.
Se enamoraron. Y desde ese momento formaron una pareja que sería inseparable, compartiendo la vida, el trabajo en cine, los futuros proyectos y sus concreciones.
De ese amor, en 1990 nació Mariel. La hija maravillosa y su mejor obra, al decir de ambos.
Gabriela se dedicó plenamente a la maternidad, a la crianza de su gran amor. Y si bien sus prioridades cambiaron, no abandonó sus pasión por el cine.
Desde 1993, se dedicó también a la enseñanza desempeñándose como profesora en la Carrera de Ciencias de la Comunicación, de la Facultad de Ciencias Sociales, de la UBA.
En ese tiempo, escribió dos guiones para proyectos de largometrajes, pero la problemática  situación que atravesaba la industria cinematográfica local, y la complejidad de la producción de dichos proyectos, impidieron su concreción.
Perseverante, y pensando en una historia chiquita, con pocos personajes, de producción acotada y viable, escribió el guión de “Taxi, Un Encuentro”.
El proyecto fue declarado de interés por el Instituto Nacional de Cine, pero debieron pasar varios años, hasta que el cambio de autoridades en el mismo Instituto y el de su política de fomento crediticio y de apoyo a nuevos realizadores, permitió la concreción del ansiado proyecto. Su Opera Prima se estrenó comercialmente en Argentina en septiembre del 2001.
Taxi, Un Encuentro tuvo un extenso y extraordinario recorrido. Se estrenó comercialmente en Alemania, fue invitada a participar en más de 30 festivales nacionales e internacionales y obtuvo numerosos premios. Durante 3 años y siempre que pudo, Gabriela la acompañó a través del mundo.
En el 2005 escribió la primera versión del guión de “La Mosca en la Ceniza”.  Tras tres años de trabajo en reunir los recursos financieros, en agosto del 2009 comenzó el rodaje y en marzo de 2010 se estrenó comercialmente en Argentina.
De ambos padres, Gabriela seguramente heredó el rechazo a la indiferencia y a las injusticias.

Luego, su mirada particular, su sensibilidad y la manera en que le llegaban y conmovían los desprotegidos, la imperiosa necesidad de transmitir aquellas historias dolientes, deseando que a los demás también les dolieran, fueron sustancia en su obra.

Inquieta, tenaz, luchadora, fue guionista, productora y directora de sus películas.

“Tren Gaucho”, “Taxi, Un Encuentro” y “La Mosca en la Ceniza”, fueron y siguen siendo reconocidos en todo el mundo por el público, por la crítica, por los cerca de treinta premios y distinciones obtenidos, y por los más de 50 festivales internacionales en los que participaron.

En sus últimos 16 años, el período de sus obras más acabadas, además luchó contra la enfermedad que finalmente le provocó su muerte.

Falleció el 4 de noviembre de 2010. Estaba trabajando en su nuevo proyecto.

3 comentarios:

  1. Esta es una película cruda.Contundente y terrible.Sin golpes bajos, nos muestra el tremendo drama de la trata de mujeres-niñas.Sin caer en exesos ,trata el tema con delicadeza pero sin conceder ni omitir.Ojalá vuelvan a reponerla.Es una joya.Una verdadera obra de arte.
    Y deberia ser declarada de interés nacional.Lo amerita la calidad de la pelicula y la vigencia del tema que toca.Gracias Gabriela David.

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    1. Gracias por tus palabras. La película sí fue declarada de Interés Nacional por la cámara de diputados. También de Interés Social por la Legislatura porteña. Y aspiramos a que pueda ser vista en los colegios secundarios.
      El DVD finalmente saldrá a la venta el próximo Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo en Argentina.
      Saludos cordiales.

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  2. fui compañera de gabriela en el mar del plata day scholl y recuerdo en las tardes ir a su casa y compartir con ella y su padre una reuniones maravillosas de juegos e inmaginacion, lamento su partida, pero su legado quedara con sus obras que reflejan un compromiso social muy fuerte

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